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¡Aplica hábitos y estrategias que te permitan ahorrar e invertir!

Ahorrar consiste en guardar una parte de los bienes destinados al gasto; por otra parte, invertir es emplear una cierta cantidad de dinero para conseguir rendimientos o ganancias, es decir, que el dinero incrementa.

El motor del ahorro y la inversión es tener al menos un motivo, por lo que se deben definir objetivos financieros y metas que se deseen alcanzar cuando la cantidad ahorrada sea suficiente.

Como primer paso, se debe asignar la cantidad que se necesita para cumplir cada uno de esos objetivos; para posteriormente, fijar una fecha límite en la que se desean alcanzar y con base en ella establecer un programa calendarizado en donde se defina los montos de las aportaciones con base en el presupuesto; y por ultimo, elaborar un plan de acción que contribuya al logro de los objetivos con base en las cantidades que se aportarán en cada periodo y tomando en cuenta los ingresos.

Por su parte, la inversión tiene visión de largo plazo; su finalidad es depositar el dinero ahorrado en algún instrumento financiero que brinde rendimientos o destinarlo a alguna actividad de la cual se esperan ingresos futuros mayores a la inversión, es decir, que genere más dinero. 

Antes de tomar la decisión de invertir, se debe tomar en cuenta que el dinero destinado a la inversión debe usarse exclusivamente para dicho fin por al menos tres años, por lo que no debe formar parte de la fuente de subsistencia ni poner en riesgo la estabilidad financiera. En este sentido, se sugiere identificar el nivel de tolerancia al riesgo para evitar entrar en angustia, estrés o impaciencia al ver fluctuar los rendimientos de la inversión, recordando que, generalmente, las que ofrecen los mayores rendimientos, son las más riesgosas.

¡Continuemos!